miércoles, 26 de noviembre de 2014

¿LA RESACA DEL 9N ARRAMPLARÁ CON LA MITAD DE LA CAPITAL DE ESPAÑA?

Asisto atónito nuevamente, a como cada vez que Cataluña agita la bandera de la independencia, se lleva una porción extra del pastel y lo cierto es que ya me mosquea el temita.

Quiero manifestar mi total acuerdo con el referéndum catalán,  para que decidan si quieren o no seguir siendo españoles. Considero que es su decisión y que por lo que a mi me tocara delego esta en ellos. No concibo un estado donde se mantengan secuestrados o comprados a unos ciudadanos, para que formen parte de este, un estado no es un club de fútbol ni los catalanes un Cristiano Ronaldo, ni un estado puede secuestrar a una población con la mayoría, en contra de su voluntad.

Después de 30 años de democracia ya tenemos madurez suficiente, todos, como para responsabilizarnos de nuestras propias decisiones. No se sostiene democráticamente, una consulta general con una pregunta de ámbito local e incluso de sentimiento particular, como ¿si queremos que Cataluña siga siendo española?, esta pregunta en este ámbito, a estas alturas ya no toca, después de 30 años de desarrollo y exponeciación del estado de las comunidades, donde se alimentaron los nacionalismos y se resaltaron sobremanera los rasgos identitarios de los localismos regionales, permitirles a través de los estatutos propios hacer las constituciones de la constitución, no podemos conceder a los catalanes sólo, este derecho, yo como asturiano también quiero que se me pregunte si quiero seguir siendo español, no por que no me sienta español, y sí por que me considero con el mismo derecho que un catalán a que se me pregunte, por lo que entiendo que el referéndum de hacerse a nivel nacional, no podría ser tan restrictiva la pregunta y sí mucho mas amplia como, ¿si queremos seguir manteniendo la unidad nacional o disolverla? En resumidas cuentas, tenemos que dejar claro si existe o no un sentimiento de nación, desde el que se pueda construir un proyecto común de estado y decidir desde ese sentimiento común, el modelo de estado con que queremos dotarnos.

Tenemos que poder decidir si queremos un estado solidario e igualitario o un estado federal o algo intermedio o lo que sea, pero esto solo es posible si antes tenemos claro que somos todos parte de una única unidad, véase EE.UU. como modelo federal, en donde nadie se plantea si es o no estadounidense. No podemos estar eternamente pegando con pegamento, los trozos rotos de un país y dependiendo de la resistencia que ejerzan algunos de ellos a adherirse, modificando el modelo o comprando su voluntad con dinero, o con prebendas políticas o de otro tipo, como infraestructuras, eventos, o ahora ser la coocapital del estado del que quieren marcharse.

Ya para finalizar, volver a manifestar mi apoyo a que se haga la consulta catalana, para que decidan si se quedan o se van, pero que se les deje bien claro, que la independencia la piden ellos y que nosotros, si así lo quieren, estamos dispuestos a dársela, pero no a financiársela, si ellos obtienen lo que quieren, tiene que quererlo con todas sus consecuencias y todos sus costes. Es decir, que pasarán a ser un estado extranjero mas, cuyas relaciones se regirán de acuerdo a los intereses de cada cual en cada momento y sin ningún tipo de compromiso previo, que obligue a ninguno. A modo de ejemplo, la postura de España sobre si Cataluña debería o no admitirse dentro de la Comidad Económica Europea, dependería únicamente de si económicamente nos beneficia o nos perjudica su admisión, sin que pese de manera alguna la situación anterior a su independencia, como supongo se hizo con las nuevas incorporaciones hasta ahora.