viernes, 6 de diciembre de 2019

HUELGA GENERAL EN FRANCIA , APATÍA ABSOLUTA EN ESPAÑA

Hoy después de un largo periodo de inactividad en este foro, vuelvo a retomar el escribir mis mas o menos acertadas reflexiones, sobre cosas que me llaman la atención y que me apetece opinar sobre ellas.

Hoy me trae aquí la huelga general francesa por el aumento de la edad de jubilación, de 62 a 64 años. Me llama la atención dado que no hace tanto (2011), aquí se pasó, gracias al gobierno del PSOE, de 65 a 67, sin que se produjera protesta alguna y se llega a un acuerdo con los sindicatos para tal reforma ´(https://cadenaser.com/ser/2011/01/27/economia/1296088750_850215.html), logrando aplicar una medida tan lesiva para la clase trabajadora sin alterar la paz social.

Es curioso como la realidad social y política de cada país van de la mano y se rigen según que nivel de conciencia social y de  influencia, que cada sociedad le dá a las movilizaciones y la presión social, así como reacciona la población ante ellas es muy distinta. Hace poco, en Chile se inició toda una revuelta, cuyo detonante fue la subida del billete de metro y la mecha el colectivo de estudiantes, que se zanja con el compromiso de un nuevo plebiscito para la reforma de la constitución.

Visto esto en España, los resultados electorales no dejan de ser un reflejo de la realidad social del paìs, por muy sorpresiva y extraña que desde las distintas formaciones políticas nos la quieren pintar.
Lo cierto es que a 10 de noviembre del presente, 10.506.203 de votantes se abstuvieron, es decir un 30.13% de esta sociedad está descreída, apática y resignada, a la que no le importa quien le gobierne ni como. Si a estos sumamos, los votos de los partidos conservadores, que anteponen los intereses del empresariado, como garante del motor económico que garantice un bienestar para el conjunto de la sociedad, mas la desmotivación y falta de credibilidad actual del sindicalismo, que a día de hoy es tan grande o mayor que el político, es fácil entender que mientras en Francia se luchan y defienden los logros sociales, con uñas y dientes en las calles y no se dude en paralizar un país el tiempo que haga falta para ganar la lucha, como ocurrió con los chalecos amarillos, en España la realidad sea otra y sean mas los molestos por los inconvenientes de dichas movilizaciones y se oigan mas las quejas de los que se sienten perjudicados por los efectos de una huelga, que les impide ir con normalidad al trabajo, que los gritos de los manifestantes, pues eso provoca que se desmotive aún mas y que se allane el camino para ese tipo de reformas que recortan y limitan cada vez mas los derechos a los trabajadores y se recorten las prestaciones sociales, sin que se produzcan protestas suficientemente intensas e importantes, que sean capaces de paralizarlas, haciendo que las manifestaciones que se celebran, tengan mas un contenido simbólico, que realmente reivindicativo, imitando mas a las procesiones que a una verdadera movilización.

Para terminar, concluir diciendo que solo cambiaremos algo si empezamos el cambio por nosotros mismos y dejamos de señalar culpables para empezar a marcar las soluciones, para comprometernos con ellas y defenderlas, mientras que nos mantengamos ajenos fijándonos mas en las culpas ajenas y no en ver como juntos defendemos los intereses comunes como hacen otros, seguiremos viendo aumentar los motivos para seguir quejándonos y seguir diciendo que todos son iguales y que nadie cambia nada, para así garantizar que nunca se produzca el cambio.