sábado, 9 de febrero de 2019

10 F, MANIFESTACIÓN O DESFILE

Mañana la derecha española secará músculo y exhibirá por las calles de Madrid el éxito de su radicalización. El centro ya no les interesa, tras años de discursos incendiarios sobre el apocalipsis del estado español, han conseguido fraccionar a la sociedad en patriotas e independentistas, haciendo que se polaricen en torno a estas dos posturas antagónicas y abandonen el centro.

Todo esto sucedió ante una izquierda absolutamente desnortada, que incapaz de digerir el éxito del 15M, mas preocupada por capitalizarlo que por darle continuidad y trasladarlo a las instituciones, para dar respuesta satisfactoria a sus peticiones de mas democracia y mas transparencias, así como de revertir las medidas anticrisis, que habían hecho recaer en las clases menos pudientes todo el peso de la recuperación. Para ilustrar esta indigestión baste recordar la mas que traumática proclamación de Pedro Sánchez como líder del PSOE donde el debate interno personalizado en Susana Díaz y este, se centraba sobre el acercamiento o no a las posturas del 15 M, escenificadas en ese momento en PODEMOS y que exigían el  revertir  la reforma laboral de Zapatero ante la crisis y un posicionamiento ante el conflicto catalán, tan hábilmente polarizado por la derecha tanto nacional (PP y Ciudadanos) como la catalana de los herederos del Pujolismo del 3% (Juntos por Cataluña), lo supieron llevar a los irreconciliables términos de la actualidad, de independencia o unidad patria. También fijarse en la crisis internas de IU. protagonizada por Garzón y Llamazares que también se orquestaba en torno a la posición y adecuación del partido al movimiento 15 M, que se zanjó con la escisión de Llamazares ante la decisión del partido de acudir conjuntamente con PODEMOS a las elecciones para desde un espectro electoral mas amplio dar un mejor y mayor acomodo a dicho movimiento. Por último la mas reciente crisis de PODEMOS protagonizada por  Iglesias y Errejón que detrás de una lucha interna de egos, también se evidenciaba una difícil adecuación de los distintos tratamientos de los diferentes modelos de participación, a la hora plasmar en estructura de partido el empoderamiento ciudadano.

El fruto mas inmediato de estas situación fue el recogido en las elecciones andaluzas, donde un partido con los peores resultados de su historia en dicha comunidad, se alza con el gobierno, tras amarrar un pacto con el resto de fuerzas afines VOX y Ciudadanos, sin que un aumento de los votos, con respecto a los obtenidos en las anteriores repartidos entre 2 y los que ahora sumaron entre 3 fuera significativo, mientras que la perdida de votos en el bloque de la izquierda si que fue el que marcó el resultado final y posibilitó que la derecha se alzase con el gobierno. Pero aún así se sigue sin reaccionar ante esta desmotivación del voto de izquierdas y considerando éxitos propios los de movimientos como el feminista que tras protagonizar la movilización mas exitosa de su historia, luego, como vimos en las elecciones andaluces, no se trasladó a las urnas.

La cuestión ahora es si la izquierda sabrá reaccionar ante esta polarización promovida por la derecha y volver a poner el foco en las necesidades sociales mas perentorias, como el empleo con salarios dignos y desmantelar las reformas de los empleos de la precariedad, asegurar un sistema de pensiones puesto en jaque y dignificar a su vez la dignidad de las mismas, parar el deterioro permanente y exponencialmente progresivo del sistema sanitario y educativos públicos y volver a poner el foco en la corrupción como principal agente inductor de todos estos males y romper la estrategia de la derecha de taparlo todo con el apocalipsis del estado español y la utilización de la exaltación de los valores patrios a modo de orejeras, para conducir a la gente a las urnas sin que se puedan fijar en el modelo socioeconómico que representan, en donde se olvidan de los mas desfavorecidos o incluso los utilizan, para que mantengan o sigan aumentando sus privilegios, los mas ricos.

Para terminar tan solo cuestionar si lo de mañana será el desfile triunfal de las tropas de la derecha, previo al anuncio de la ocupación de Cataluña vía 155 permanente y riguroso como única solución o si desde la izquierda sabrán volver a poner el foco en los problemas de todos y sus soluciones como principal objetivo y no seguir permitiendo que la derecha siga marcando el guión de los aconteceres políticos desde uno y otro lado del conflicto, con sus irreconciliables posturas sigan copando el protagonismo político de este país y sus lides tapen todos sus desmanes y tropelías en materia de corrupción tanto en Cataluña, como en España.