viernes, 29 de agosto de 2014

CURSOS A PARADOS ¿NECESIDAD O TAPADERA?

¿SON NECESARIOS ESTOS CURSOS?

 Yo entiendo que nó, simplemente por una cuestión conceptual, tendrían que ser cursos para redirigir hacia nuevos empleos, me explico tendrían que ser cursos dados desde las empresas, para dar un aprendizaje a los futuros empleados, de manera que previamente a la realización de esos cursos deberían de formalizar dichas empresas un compromiso de empleo proporcional al número de alumnos, de esta manera que la empresa tendría una forma subvencionada de adaptar nuevos empleados a su cadena productiva a un coste bajo y el cursillista recibiría una formación, con perspectiva real de empleo. Por otra parte el acceso a estos cursillos tendrían que ser exclusivamente regulado por el INEM, pactado previamente el perfil con la empresa, en donde los sindicatos pasarían a ser los vigilantes de que el curso se realizara correctamente, con arreglo al contenido pactado, así como la capacidad de la empresa de incorporar los trabajadores comprometidos, con arreglo a las necesidades reales de la empresa, dando el visto bueno al perfil demandado por parte empresarial, para evitar infracontrataciones (contratos de inferiores categorías a las demandadas por perfil)  y el INEM el organismo constatador, previo al pago del curso, de los empleos formalizados por parte de la empresa receptora.
Para mi esta sería la merjor forma de evitar cursos absurdos, que solo sirven para dar dinero a ciertas entidades o empresas y para desanimar y desesperar a trabajadores, que una vez hecho los cursos, siguen en el paro sin perspectiva alguna de encontrar empleo.
Sería motivo de debate, los precios de los cursos y la cantidad de cursillistas, con relación al compromiso de empleos y naturaleza de los mismos,  por parte de la empresa, de manera que se daría un tratamiento distinto a la provisión de contratos indefinidos, a tiempo total, a tiempo parcial, bolsa de contrataciones, etc.., según el caso.

martes, 19 de agosto de 2014

La hora de la verdad en PODEMOS

Las elecciones municipales y autonómicas ya están a la vuelta de la esquina, los círculos de PODEMOS ya están básicamente constituidos, aun que probablemente puedan aumentar su número y el montante de votos se presume seguramente muy positivo.

Todo parece ir sobre ruedas, PERO lo realmente difícil empieza ahora. Ahora es cuando se verá realmente la consistencia del partido, cosa muy distinta a la del movimiento, es decir ¿sabrá PODEMOS repartir y digerir esta preciosa tarta que se le presenta?

Será a partir de ahora cuando empezarán las verdaderas tensiones internas, ya que si realmente se quiere optar a gobernar, no tendrá mas remedio que nombrar cargos, es decir no sólo elaborar listas, nombrar gestores para ocuparse de la gestión de las múltiples actividades de las instituciones públicas, que abarcan todas las disciplinas, gerentes de hospitales, directores de escuelas, institutos y universidades, de geriátricos, de oficinas del INEM, de hacienda, miembros poder judicial, etc, etc. Una numerosísima y a la vez escasa cantidad de cuadros que se necesitará para poder realizar el modelo de gestión pública, que programáticamente decidan.

El primer problema a resolver será la metodología para nombrar esos puestos, que no será sencilla ya que para un número importante de ellos habrá mas candidatos que puestos, lo que generará tensiones internas.

Por otro lado, se dará el caso contrario, lo que pondrá al partido en la tesitura de buscar gente cualificad de fuera del aparato, con el riesgo que conlleva para la aplicación del modelo de gestión y que también acarreará tensiones.

El verdadero éxito de PODEMOS, estará en como sea capaz de solventar estas dificultades y trasladar su programa a la gestión, perdiendo el menor contenido posible, escogiendo el método mas eficaz y pautando adecuadamente las reformas a realizar.

Cierro este artículo, con la absoluta seguridad de que este proyecto tan ilusionante, seguirá adelante y conseguirá todos sus objetivos, gracias al hambre democrático, al empeño tolerante, a la ambición solidaria y el talante colaborador y de consenso de todos, que reina en PODEMOS.